La LOMLOE ha introducido en el ámbito educativo los fundamentos necesarios para avanzar hacia una educación de mayor calidad, siempre que sea comprendida en su profundidad y se ofrezcan a los docentes los recursos adecuados para implementarla y desarrollarla.
Esta ley promueve un enfoque educativo que va más allá del desarrollo académico, que exige una formación integral de los educadores y profesionales que acompañan a la infancia y la adolescencia. En el artículo 1, sobre los principios de la educación, se menciona que la educación debe garantizar el "desarrollo integral de la personalidad" como un objetivo prioritario. Se enfatiza en educar a los estudiantes de manera integral, teniendo en cuenta, aparte de su desarrollo intelectual la parte emocional, social, ética y física. La competencia emocional y social son, por tanto, una pieza clave de la ley.
Este enfoque de la normativa pretende dotar a los estudiantes de herramientas para gestionar sus emociones, construir relaciones saludables y participar activamente en la sociedad como ciudadanos plenos.
En este contexto, el grand reto para los docentes de Educación Secundaira es la necesaria adaptación profesional y personal para responder a estos nuevos desafíos educativos, reconocida en la propia LOMLOE, que reconoce la necesidad de formar al profesorado en competencias relacionadas con la gestión emocional, la mediación y la resolución pacífica de conflictos, para que puedan transmitir estas habilidades al alumnado.
Hay grandes preguntas que, con esta formación, se pretenden aclarar: ¿somos capaces de gestionar nuestras emociones adecuadamente, y de mantener relaciones saludables con nosotras/is mismos para poder acompañar esto mismo en los adolescentes? ¿conocemos en profundidad la importancia de mantener una buena gestión emocional para acompañar bien la gestión emocional de los estudiantes, y ayudarles a afrontar dificultades personales y académicas? ¿conocemos en profundidad cómo acompañar y limitar comportamientos que necesitan límites claros y firmes pero también atención y escucha, usando una comunicación lo más respetuosa y auténtica posible? ¿qué relación tengo con los límites como persona que me hacen dudar a la hora de poner límites a los estudiantes? ¿ante estas dudas, aún creo que métodos como el premio o el castigo, el reproche o el elogio son operativos y funcionales?





