El curso se justifica en función de su impacto positivo en los siguientes aspectos clave:
1. Innovación pedagógica:
El diseño técnico 2D/3D y la fabricación digital son herramientas que fomentan metodologías activas, como el aprendizaje basado en proyectos (ABP), el aprendizaje colaborativo y el enfoque "maker". Estas estrategias no solo hacen más dinámico el aprendizaje, sino que también mejoran la motivación y participación de los estudiantes al enfrentarlos a retos prácticos y significativos.
2. Competencias del siglo XXI:
El curso responde a la necesidad de integrar en el aula competencias fundamentales como:
• Creatividad e innovación: Los participantes diseñan y prototipan soluciones originales.
• Pensamiento crítico y resolución de problemas: El diseño y la fabricación digital requieren analizar, planificar y optimizar.
• Competencia digital: Se promueve el uso de software y hardware específicos, fundamentales para el mundo actual.
3. Impacto transversal:
Los contenidos del curso son aplicables en múltiples áreas del currículo:
• Ciencias y tecnología: Diseño de experimentos, modelos físicos o prototipos funcionales.
• Arte y diseño: Creación de proyectos creativos que integren estética y funcionalidad.
• Matemáticas: Aplicación de conceptos geométricos y cálculo en un entorno práctico.
Esto permite integrar la actividad en diferentes asignaturas, fomentando un aprendizaje interdisciplinario.
4. Inclusión y accesibilidad:
La actividad promueve el enfoque DIWO ("Do It With Others"), incentivando la colaboración y el trabajo en equipo, lo que beneficia a estudiantes con distintos estilos de aprendizaje. Además, el uso de plataformas Open Source y bibliotecas digitales democratiza el acceso a recursos educativos.
5. Formación docente y proyección institucional:
El curso mejora las capacidades técnicas y pedagógicas del profesorado, permitiéndoles llevar la tecnología al aula de manera efectiva. Asimismo, posiciona al centro educativo como referente en innovación y capacitación, facilitando la participación en redes y proyectos educativos nacionales e internacionales.
En resumen, esta actividad responde a la necesidad de preparar a los docentes y estudiantes para los desafíos del mundo actual, alineando los objetivos educativos con las demandas tecnológicas y sociales del siglo XXI.