La diversidad del alumnado atendido desde el Equipo de Atención Educativa Hospitalaria y Domiciliaria es elevada y su ritmo de aprendizaje varía según su estado físico y emocional en cada etapa de su proceso de convalecencia. Por ello, promover la motivación del alumnado en su proceso de enseñanza-aprendizaje adquiere especial importancia en la realidad educativa de estos alumnos. Es por ello, que el uso de metodologías activas adquiere una relevancia especial, ya que el niño es el propio motor de su aprendizaje, aprendiendo desde lo concreto a lo abstracto. Potenciando al máximo las habilidades de cada uno de los alumnos a través de la experimentación y el juego, puesto que mediante la experiencia y la diversión creemos que es más fácil alcanzar aprendizajes más significativos y funcionales.
El carácter lúdico facilita la interiorización de conocimientos de una forma más divertida, generando una experiencia positiva en nuestros alumnos, que ayudará en la asimilación e integración de los contenidos recogidos en sus Planes de Trabajo y en el desarrollo de la necesidad innata que todo niño tiene hacia el aprendizaje y que en muchas ocasiones, nuestro alumnado, ha perdido por el aburrimiento ante el aprendizaje mecánico y memorístico y/o por el estado emocional en el que se encuentra a causa de su enfermedad.
De este modo se pretende:
Generar cambios significativos en el aula o el domicilio, pues se busca dejar de lado el pensamiento de que el estudiante es una “caja vacía” que necesita ser llenada o alimentada con el conocimiento impartido por el profesor, quien es el que posee la verdad absoluta.
Generar cambios en las estrategias de aprendizaje tipo memorísticas, de tal forma que se transforme en una educación que brinde a los estudiantes herramientas que puedan implementar en su vida diaria, al igual que se generen espacios de reflexión sobre lo aprendido.
La metodología activa, se centra en la forma de aprender del estudiante, con el fin de aumentar la capacidad de retención y reflexión en donde el estudiante pueda proponer y construir.
El estudiante afronta problemas que debe estructurar, y esforzarse, con ayuda del profesorado, por encontrar soluciones con sentido.